lunes, 9 de marzo de 2009

PARA OLVIDAR UN AMOR

"... para olvidar un amor, si se ha entregado la vida, duele tanto el corazón que hasta el dolor se te olvida, y no se olvida el amor..."
Quisiera arrancarlo de mi alma, quisiera odiarlo, pero ninguna de las dos cosas son posibles, ni tampoco fáciles. De todas formas, con su comportamiento se está alejando solito. Es lo que él quería. Que para mí fuese indiferente. Cuesta, sé que me va a seguir doliendo por mucho tiempo, pero... Estoy en ello y sé que lo voy a conseguir, sólo necesito tiempo, y tiempo tengo. Hay días en los que me dan ganas de todo, de llorar, de gritar, de golpearlo, de odiarlo, pero sólo son días. Hoy por ejemplo, me he despertado bien, normal, pensando en mi hijo, y en todo lo que le entregué a él en estos 20 años, estoy de acuerdo en que él también me entregó, no tanto, pero entregó, hoy descubrí que ese todo, entero, ese cariño, esa pasión, ese sin vivir, ahora, el que iba para él, es y va a ser para mí. Se me nota en la cara, todo el mundo me dice que estoy muy guapa, ya sé porqué es, porque todo lo que tenía para él, ahora es para mí, todo, y era mucho. A mi hijo le sigo dando lo suyo, su cariño, y el resto el que destinaba a su persona, es para mí, entero para mí y nada más que para mí.

viernes, 20 de febrero de 2009

Comienzo un nuevo camino. Duro, solitario. Un despertar tardío. Me siento como esa barquita, bañada por las olas cercanas a la playa, solita, pensando si empezar o no la travesía, en el momento en que suelte las amarras, ya no habrá vuelta atrás. Tengo mucho miedo. Mucho. Hay algo dentro de mí, que me relaja, una voz suave, me dice que todo va a salir bien. Que hago bien en comenzar este camino nuevo. Que no me convenía esa persona. Que no me quiere, que me ha hecho tanto daño que no se merece nada de mí. Es difícil hacer eso. Más que hacerlo, sentirlo, es difícil. Sobretodo porque estoy intentando odiarlo y no me sale. Lo cual me sumerje en una impotencia y rabia tal, que me duele hasta el alma, ¿porqué no puedo odiar a quién tanto y tanto daño me ha hecho?. Supongo que al igual que el amor, el odio tampoco puede gobernarse, o sale o no sale. Es como la personalidad, o eres o no eres. De verdad que jamás pensé que alguién como él fuese tan falso. Tan cruel. Tan malo. Jamás. Ahora que empiezo a recordar tantas cosas de este último año, ahora que lo veo con perspectiva y además puedo atar cabos y comprender muchas de sus reacciones que antes no comprendía ni entendía, ahora, lo veo como un miserable. Me dá pena. Se cree superior a todos, sobretodo, superior a mí y ha sido un ignorante que lo ha perdido todo por dejarse llevar por una mala persona, y jugar a ser un "hombre". Se ha comportado como un niñato inmaduro, resentido, cargado de maldad. No en vano la crueldad es el recurso de los cobardes. Y eso ha sido él durante el tiempo en que me ha estado engañando, un cobarde, un miserable y gran cobarde.

martes, 10 de febrero de 2009

Hoy me ha buscado. Me ha mirado sonriendo. Tengo el corazón ocupado, dolorido, machacado... Lo siento por él, me mira con ganas. Me gustaría hablar tranquilamente, sin presión, no me disgustaría mantener una conversación, por lo menos conocerlo, pero no creo que lo piense objetivamente, tal vez estoy influenciada por la traición y el dolor de los últimos meses. No creo que esté bien que le dé pie y que crea que me importa cuando realmente sigo enamorada del otro. No eso no está bien. No sería justo para él, pobre muchacho. Lo cierto es que me atrae un poco, tiene los ojos muy bonitos, muy sinceros, pero claro cualquiera cree ya a nadie, mi percepción sobre la gente sincera ha cambiado. Ya no creo a nadie, ni en nadie... Es complicado esto. Demasiado complicado.

sábado, 7 de febrero de 2009

Hoy de nuevo sale el Sol para mí. Necesito respirar ese aire puro cargado de moléculas de agua, que se respira a la orilla del mar, a la orilla de un río, cerca de una cascada..., aire húmedo, fresco.
Necesito cambiar de paisaje, cambiar de aires, refrescarme, recargarme con la energía positiva que siempre me ha dado la naturaleza, sobretodo el mar. Hecho tanto de menos el mar, es curioso que siendo de la campiña, teniendo el mar más cercano a más de 200 kilómetros, sea lo único que me ubique, me dé fuerzas, y me ayude a continuar. Necesito pasear por la orilla, con los pies metidos en la arena, sintiendo el frío de la vida, ahora dureza, otrora ternura. Ahora frío helado del agua, otrora templado de la arena tostada al Sol. Quiero volver a Almeria, me ha gustado tanto, me ha parecido tan bonito el Cabo de Gata. Aunque tengo miedo de que al ver los mismos paisajes que vi en su compañía, el llanto salga de mi alma sin cortarse. Tengo miedo de sentir aún más dolor, y por el momento no me siento preparada para sufrir más, tan seguido, será lo que tenga que ser, soportaré lo que tenga que soportar. Pero prefiero no tener que enfrentarme a las cosas dolorosas por gusto, no es agradable sufrir. No es agradable nada de lo que me ha tocado vivir en los últimos meses. Pero he podido comprobar, que soy muy fuerte, que tengo mucha personalidad, que para nada soy cobarde y que nadie se muere por amor, y mucho menos por una traicción. Estoy empezando a quererme más que nunca, a valorarme más que nunca, a sentir más que nunca. No hay mal que por bien no venga. Sigo aquí. Estoy aquí...

viernes, 30 de enero de 2009

MI VIDA

Hace unos días, caí en la cuenta de que mi vida ha transcurrido en un correr sin parar, un acelero lleno de locura, y una vigilia constante por los que me rodeaban en cada momento. Tengo la sensación de que en vez de vivir, he visto pasar la vida, es como si hubiese sido un espectador de ella, de mi propia vida, siempre haciendo las cosas por los demás, esforzándome por ayudar. Siempre pidiendo por el sufrimiento de los otros, valorando a los demás, sin valorarme yo para nada. Eso se ACABÓ. Se TERMINÓ. Voy a vivir. A partir de ahora me voy a cuidar YO. Me voy a mimar y voy a luchar por MI.
A partir de hoy abro la puerta a mi vida, a una etapa nueva y desconocida para mi. Voy a sentir, a disfrutar, a seguir siendo tan especial como soy. Por supuesto que voy a ayudar a los demás, pero en primer lugar estaré YO, en segundo lugar mi HIJO, y después los demás.

viernes, 16 de enero de 2009

Siento frío por dentro, mucho frío por dentro, demasiado frío, frío helado... Me he asomado a la ventana del pasado, he sopesado muchas cosas, los visillos de esa ventana estaban congelados, el paisaje exterior lleno de hielo. Manchas de sangre coloreaban algunas vivencias de ese pasado. Después me asomé a la ventana del presente, también estaba el hielo tocándolo todo, ensuciándolo todo, y la sangre esta vez, no dejaba ver nada bien. Intenté asomarme un poquito a la ventana del futuro, pero no me dejaba abrirla. Se resistía la condenada, no hubo forma de abrirla, tuve que dejarlo por imposible. Sólo sentí frío al tocar las puertas de esa ventana, y el miedo me agarró la tripa, empecé a dar arcadas, la ansiedad se apoderó de mi. Lleva ya unos días, demasiados días la ansiedad paseando por mi vida. Viene acompañada del miedo, del dolor, de la pena, de la impotencia, de la frustración y de la desilusión. Se han instalado en mi habitación, acampan a sus anchas en mi vida. Son las dueñas de ella ahora mismo, se turnan para gobernar, ninguna dura en el mandato un día entero, se destituyen entre ellas y se vuelven a proclamar presidentas de mi situación actual. A ratos mi yo, dormido en el interior, grita y las manda a paseo a todas, pero como ese yo está envuelto en la neblina de la tristeza, no tiene fuerzas suficientes para emerger y se rién de él. De momento no hay nada claro, todo está envuelto en los restos negros del rimel que baja por mis mejillas, coloreando las lágrimas que no paran de salir de mi alma. Pero todo tiene su momento y su tiempo, cuanto antes terminen de salir las lágrimas, antes empezará la rabia y la fuerza a gorbenar mi vida, y entonces, sólo entonces, comenzaré a salir de este pozo en el que tú y tu maldito egoismo me habéis lanzado. Se acabó... Se van a terminar las lágrimas y va a salir la rabia, mucha rabia, demasiada rabia...

martes, 30 de diciembre de 2008

No lo puedo creer... No puedo... No... esto duele mucho. Jamás pensé, que el dolor del engaño, de la traición, se podría sentir real, como el dolor de cabeza, pero con más fuerza, es como si te hubiesen atravesado con una lanza desde el hombro hasta el estómago, de forma diagonal, con fuerza de lado a lado, con ahínco... tengo ganas de desaparecer, de morirme, de perderme, de irme de aquí, del mundo...como duele, como presiona... No puedo respirar... No puedo... ¿Porqué? Yo no me he metido con nadie, yo vivía, dejaba vivir, trabajaba, luchaba, mimaba, cuidaba, protegía,... ¿Porqué?, ¿Como has podido?... No... No puedo, no puedo respirar.... Me ahogo...